Revisar siempre parece tedioso, y es natural posponer lo que no se quiere hacer, sobre todo cuando no hay urgencia aparente. Sin embargo, al desarrollar un método y acostumbrarse a seguirlo, revisar se vuelve mucho menos pesado y los resultados mejoran. Aquí tienes algunos consejos para revisar.
Aprende a organizar tu tiempo
Este es el principio básico, pero es necesario repetirlo: hay tanto material que estudiar que es inútil intentar aprenderlo todo de memoria. Para memorizar lo esencial, el trabajo comienza desde el principio de las lecciones. Por lo tanto, es necesario tener una idea clara desde el principio de los objetivos de las lecciones y su esquema general. Esto evitará que te detengas en los detalles y te permitirá recordar lo más importante. También es obvio que primero debes asegurarte de comprender bien el material antes de memorizar partes. Así, todo será más fácil de asimilar.
Planifica tu revisión
Aunque es difícil saber tu horario con antelación, deberías poder predecir cuántas horas al día dedicarás al estudio. Al hacer un plan, no te pillarán desprevenido e incluso podrás programar descansos y relajación a tu propio ritmo. Una o dos semanas antes de los exámenes, incluso es posible crear un horario hora por hora.
Revisar con amigos
No funciona para todos, pero suele ser útil estudiar en grupos pequeños. Hacer preguntas y responderlas con amigos suele ayudar a comprender mejor el material. Sin embargo, es fundamental que todos estén motivados. Si alguien del grupo empieza a bromear con cada línea, el estudio se descontrolará.
Utilice las buenas y viejas fichas de índice
Incluso en nuestra era tecnológica, las tarjetas didácticas siguen siendo relevantes. Muchos profesores recomiendan su uso. Si están bien diseñadas, son la mejor ayuda para memorizar. Muchos estudiantes recurren a ellas cuando el curso es demasiado largo y necesitan repasar rápidamente los elementos esenciales antes de un examen.
Las hojas de trabajo también permiten una lectura más activa. Al ser personalizadas, tú decides si son más atractivas. Te distraerás menos que si lees todos los textos proporcionados por los profesores. No hay problema en colorear las hojas de trabajo y resaltar los pasajes importantes. Algunas incluso incluyen pequeños dibujos.
Dado que el espacio en una hoja informativa es limitado, conviene resumir el material de la forma más concisa posible. Puede elegir entre escribir hojas informativas tradicionales o en una computadora. Esta última opción garantiza que no se pierdan, ya que las guardará antes de imprimirlas. Incluso si se dañan o se pierden, siempre habrá copias. Un sitio como Pandanote ofrece software para archivar automáticamente las clases, una herramienta muy útil.





