Si Ámsterdam atrae a tantos estudiantes cada año es porque combina numerosas ventajas que estos valoran: mucha gente y entretenimiento, una mentalidad abierta muy reconocida, apreciada sobre todo por los estudiantes originales, un coste de vida relativamente bajo y un espíritu festivo inigualable.
Así que ahí lo tienen: todos los ingredientes para una vida estudiantil emocionante y llena de sorpresas, y por lo tanto, la receta de su éxito entre estudiantes de todo el mundo que acuden cada año con el mismo deseo de disfrutar plenamente de la vida estudiantil y de su estancia en la capital holandesa.
La apertura mental de los habitantes de Ámsterdam
Sí, así se llaman los habitantes de Ámsterdam, conocidos por su buen humor y su mentalidad abierta. Aquí no hay prejuicios ni estándares; cada uno es completamente libre de vivir la vida que desee, y esta gran libertad holandesa atrae a espíritus libres y estudiantes que buscan una vida y una forma de ser más auténticas.
En Ámsterdam, las relaciones entre las personas son sencillas y relajadas, sin jerarquías ni excesiva cortesía. La gente es bastante directa y se comunica con facilidad, independientemente de su origen social. Hay buen ambiente y muchos intercambios. Nunca te sentirás solo en Ámsterdam; solo tienes que bajar a la terraza de la cafetería más cercana, abierta todo el año, para conocer e intercambiar con otras personas. Esta apertura y facilidad de contacto son muy apreciadas por los estudiantes extranjeros, que a menudo se encuentran lejos de sus familias y amigos y encuentran aquí la comodidad que necesitan para compensar esta falta.
En la universidad, las relaciones entre estudiantes y profesores son muy cordiales, y los estudiantes pueden pedir ayuda fácilmente o conocer a otros estudiantes para trabajar juntos. En el campus hay muchas nacionalidades y un ambiente muy agradable que atrae a muchos estudiantes y además crea un sentido de emulación directamente ligado a la mezcla de culturas.
Una sensación incomparable de celebración y socialización.
La población de Ámsterdam es bastante joven, con una población predominantemente de entre 30 y 40 años que pasa el tiempo en las terrazas de los cafés, dedicando gran parte de su tiempo libre a actividades deportivas y artísticas. En Ámsterdam, la gente monta en bicicleta durante el día, disfrutando de los parques y los numerosos tesoros históricos de la ciudad, y es bastante fácil conocer gente, charlar con desconocidos y organizar excursiones económicas y variadas a pesar del sol a veces tímido y la lluvia recurrente, que sin embargo no estropean el ambiente.
Y al caer la noche, Ámsterdam se electrifica y la fiesta está a pleno rendimiento en bares, salas de conciertos y discotecas. Los espectáculos y las pistas de baile atraen a jóvenes casi todas las noches, deseosos de una noche desenfrenada que durará hasta la madrugada.
Esta sensación de celebración incomparable es algo único y hace de Ámsterdam un destino preferido entre los estudiantes que buscan descubrimiento y aventuras estudiantiles.





