Es innegable que practicar deporte es bueno para la salud y ayuda a prolongar la esperanza de vida. Sin embargo, algunos estudiantes se preguntan si, durante sus estudios, practicar deporte podría suponer una pérdida de tiempo valioso que podrían haber dedicado al aprendizaje. Todo es cuestión de equilibrio, por supuesto, pero no parece haber duda: practicar deporte aumenta las posibilidades de éxito.
La investigación sobre la conciliación del deporte y los estudios se ha acumulado durante varios años y todos coinciden en concluir que cuanto antes se inicie la actividad física, más se desarrollarán las capacidades de aprendizaje. Los beneficios serían aún mayores en el caso de los deportes de equipo. Se aprende más sobre el trabajo en grupo y a imaginar estrategias, cualidades buscadas en todos los ámbitos. Parece que al estudiante le resultará más fácil encontrar trabajo al finalizar sus estudios e incluso tener éxito en sus prácticas.
De hecho, la mente de un estudiante que practica deporte aprendería a adaptarse a diversas situaciones. Esto facilitaría la resolución de problemas, incluso en matemáticas, aunque es difícil ver una conexión obvia. Ya sea que el deporte se practique solo o en equipo, tarde o temprano conduce a ciertos éxitos que mejoran la autoestima y la confianza en las propias capacidades.
Por supuesto, para los estudiantes que participan en deportes de alto nivel, la situación es diferente. Al enfrentarse a una competición de alto nivel y a largas horas de entrenamiento, el tiempo dedicado al estudio se ve afectado. Muchas instituciones importantes son conscientes de esta realidad y ofrecen programas adaptados a atletas de élite para que puedan recuperar el tiempo perdido tras participar en un gran evento deportivo. Todos se benefician de esta situación, ya que el prestigio de una victoria o un trofeo se refleja en la institución que acoge al estudiante atleta.
Toda moneda tiene su lado oscuro, y los deportes no son la excepción. Algunos deportes, como el rugby, el esquí o incluso el ciclismo, conllevan el riesgo de lesiones que pueden perjudicar el rendimiento académico. Las conmociones cerebrales, por ejemplo, son una pesadilla para los estudiantes atletas. Existe el riesgo de perder la concentración durante meses, así como la memoria y la capacidad de atención. Sin embargo, las dificultades y los contratiempos forman parte del aprendizaje de la vida. Aprender a superar obstáculos importantes a menudo te permite resurgir con más fuerza y más éxito.
Por supuesto, no es necesario practicar deportes extremos mientras se estudia. No todos los estudiantes se sienten atraídos por la actividad física. Nadar o montar en bicicleta por el campo son muy saludables y ayudan a despejar la mente. Simplemente caminar también es muy bueno para pensar con calma y resolver problemas.
Las investigaciones demuestran que el ejercicio promueve el aprendizaje, además de sus beneficios para la salud. Por lo tanto, podría ser una buena idea realizar una actividad física que se adapte a tus intereses.





