Establecido en 2014 como parte de un Plan de Acción del Ministerio de Educación Nacional, Educación Superior e Investigación para promover el espíritu emprendedor entre los jóvenes, el estatus de estudiante emprendedor permite a los jóvenes líderes de proyectos menores de 28 años crear su propio negocio, beneficiándose de apoyo, asesoramiento legal y ayuda financiera.
Otras ventajas asociadas al estatus también les permiten adquirir credibilidad y visibilidad sin renunciar a las ventajas de la condición de estudiante (seguridad social, transporte, año sabático, formación, etc.).
Por lo tanto, es una opción ideal para quienes dudan en embarcarse en la aventura empresarial en solitario y, al mismo tiempo, una posibilidad real de realizar un proyecto que, por supuesto, va más allá de las prácticas en una empresa, con beneficios docentes y económicos.

Un estatus nacional y un diploma gratificante.
Además de la credibilidad que aporta, este estatus permite al joven emprendedor sentirse apoyado, ayudado y reconocido en un mundo laboral poco acogedor para los jóvenes fuera de los cursos tradicionales. Este estatus es accesible para cualquier joven mayor de 28 años con un proyecto empresarial y les permite enriquecer toda la experiencia adquirida en su carrera como emprendedores con un diploma que valida oficialmente las competencias adquiridas. Así, perder el rumbo o fracasar y encontrarse en un callejón sin salida tras arriesgarse a crear un negocio ya no les impedirá al menos intentar la aventura empresarial.
El apoyo ofrecido a los estudiantes durante la gestación y la realización del proyecto les permite trabajar con eficiencia, evitar ciertos obstáculos y adquirir visibilidad y credibilidad gracias a las redes de colaboradores. El estudiante cuenta con el apoyo de uno (o incluso dos) tutores a lo largo de su carrera, puede acceder a un espacio de coworking reservado para estudiantes emprendedores y, así, presentar y lanzar su proyecto empresarial con confianza y con verdaderas posibilidades de éxito.
El diploma permite al estudiante empresario adquirir una cierta autoridad y referencias reales para ser considerado como un actor de pleno derecho en el mercado laboral.

Centros Estudiantiles para la Innovación, la Transferencia y el Emprendimiento (PEPITE).
Los PEPITE son centros estudiantiles (actualmente hay 29 en Francia) que acogen a estudiantes y los conectan con actores socioeconómicos que impulsarán el desarrollo de su proyecto profesional. Cada estudiante está supervisado por un tutor del centro y un asesor externo (del mundo laboral o de una asociación). Gracias a la estimulación del centro y al intercambio entre teoría y práctica, los estudiantes aprenden haciendo, pero también pueden ampliar sus conocimientos teóricos con formación específica, obtener ayuda financiera y asesoramiento legal que darán solidez y solidez a su proyecto. Estos PEPITE actúan como incubadoras y constituyen un marco sólido y tranquilizador que atrae a numerosos actores socioeconómicos. Por lo tanto, se trata de una iniciativa que debería evolucionar y mejorar en los próximos años para ser cada vez más innovadora y eficaz.