Se acercan los exámenes y no tienes otra opción: ¡es la recta final y tienes que ponerte manos a la obra!
Tanto si has estado procrastinando como si, por el contrario, has sido muy estudioso, el estrés amenaza tu mente cansada, que empieza a mezclar todos sus pinceles. Así que, en lugar de escribir un garabato infame, en lugar de un trabajo digno de ti, es hora de implementar las estrategias adecuadas y evitar ciertos obstáculos.
En lugar de la tradicional "lista de cosas por hacer", te ofrecemos la "lista de cosas que no debes hacer", en francés, lo que definitivamente no debes hacer al estudiar.
1- Revisar las hojas de trabajo de otras personas
El primer error que hay que evitar es usar las tarjetas de memoria de otra persona para repasar. Primero, porque quien las escribió es un estudiante como tú y no es inmune a errores o malas interpretaciones; segundo, porque el principio de las tarjetas se basa en memorizar códigos de colores o abreviaturas que has elegido según tus hábitos de trabajo y para facilitar la memorización. Lo que funciona para una persona puede no serlo para otra.
2- Haciendo callejones sin salida
Ante una carga de trabajo que parece insuperable (sobre todo si hemos estado procrastinando), podemos sentirnos tentados a faltar a clases y centrarnos en una selección de temas que parecen más probables que otros. Es una apuesta arriesgada, y como en cualquier apuesta, el riesgo de error es considerable. Simplemente te arriesgas a tener una hoja en blanco el día del examen.
3- ¡Revisa en el último momento pasando tus noches allí!
No se puede recuperar el tiempo perdido dedicando días y noches a estudiar en las semanas previas al examen. Este es un error común que cometen muchos estudiantes y que perdura a lo largo del tiempo. Si bien la urgencia puede crear la ilusión de mayor eficiencia, este método de trabajo gradualmente resulta ser completamente contraproducente; la concentración y las capacidades cognitivas se ven mermadas, y el trabajo es ineficaz. Así que tómate descansos frecuentes y, sobre todo, ¡duerme bien!
4- Dejar de lado el deporte y las salidas
La fatiga y el estrés son los principales enemigos de la memoria, así que, en su lugar, crea espacios de relajación para ver a tus amigos, ir al cine o practicar deporte. Un cerebro relajado y regenerado es mucho más eficiente para una nueva sesión de repaso, y tu concentración se optimizará.
5- Fiesta y emborracharse
Para relajarse, algunos estudiantes se ven tentados a recurrir a las alegrías de la vida estudiantil, es decir, a las noches de mucho alcohol, pero en este caso, es mejor salir con amigos, reír mientras estudian juntos y dejar la juerga alcohólica para más tarde. Al igual que con las noches en vela, la emoción y la euforia durarán poco y tus sesiones de estudio serán completamente ineficaces. ¡Paciencia! Siempre habrá tiempo para festejar cuando apruebes el examen, por ejemplo.





