Vivimos en una era donde las fronteras se están desvaneciendo y las oportunidades de intercambio internacional son más fáciles que nunca. El campo de estudio también está cada vez más abierto a los beneficios de explorar nuevos lugares. Si bien adaptarse a un nuevo entorno mientras se estudia puede parecer abrumador, hay muchas ventajas claras al preparar las maletas y estudiar en el extranjero.
Es evidente que un estudiante que completa parte o la totalidad de sus estudios en el extranjero aporta un valor significativo a su currículum. Independientemente de la especialidad, los contactos en el extranjero forman parte del día a día de la mayoría de las empresas, ya sea en finanzas, TI o cultura.
Haberte formado en el extranjero también demuestra que ya eres independiente al graduarte. Has demostrado tu apertura y adaptabilidad, cualidades muy buscadas en los recién graduados. Entre los candidatos disponibles, presentarás una faceta diferente que atraerá la atención de los empleadores. Esta suele ser una ventaja que evita que tu currículum acabe en el olvido.
Más allá del aspecto práctico de enriquecer el currículum, es evidente que estudiar en el extranjero contribuye al enriquecimiento personal. El tiempo de estudio es el momento ideal para perfeccionar la formación general. A diferencia de los adultos, quienes están atados a responsabilidades que limitan su libertad de acción, los estudiantes deben aprovechar esta etapa de la vida para adquirir la mayor experiencia posible, y el contacto con un nuevo entorno es una forma de moldear la propia visión del mundo y de comprender su posición en relación con él.
Si has estudiado en Francia toda tu vida, has estado expuesto a los mismos métodos de enseñanza desde el principio. Mudarte a otro país te expondrá a diferentes formas de aprender. Tendrás que seguir diferentes normas y puede que descubras que te convienen más. La entrega de trabajos escritos no siempre sigue el mismo protocolo. Al igual que en el mundo profesional, muchas instituciones extranjeras exigen que todos los trabajos se entreguen por ordenador. Esto es una buena preparación para lo que te espera en el futuro.
Si vas a estudiar a un país no francófono, también tendrás la ventaja de aprender a dominar otro idioma. El bilingüismo es una ventaja esencial en el mundo moderno. Incluso si tomas cursos de idiomas en tu país de origen, es bien sabido que nada supera la inmersión directa para aprender a hablarlo con fluidez. Luego, te ves obligado a desenvolverte en este otro idioma para desenvolverte en el día a día. También puedes adquirir el vocabulario técnico que te permitirá establecer contactos profesionales que van más allá de la simple conversación.
Estudiar en el extranjero es, por lo tanto, una oportunidad que no debes perder. Ya sea en Europa o en el extranjero, la mayoría de los países ofrecen programas interesantes adaptados a tu estilo. ¡A ellos también les interesa lo que aportas!





